El mundo sigue, obra maestra de Fernando Fernán Gómez
Sólo por El extraño viaje y El mundo sigue Fernando Fernán Gómez merecería un lugar importante en el cine mundial. Ambas obras maestras arrastraron durante muchos años la condición de películas malditas. El extraño viaje ha sido vista muchas veces con reposiciones televisivas incluidas. De ella se han dicho muchas cosas y su grandeza ha sido puesta de relieve por muchos críticos. Pero de El mundo sigue se sabía mucho menos hasta que el pasado verano volvió a la vida en un reestreno especial que ahora rubrica la edición en blueray del sello A Contracorriente.
Una obra maestra como El mundo sigue no puede dejar indiferente. Es cine resistente, audaz, valiente, contra las circunstancias impuestas por la España franquista de 1963, una España oscura de ambientes viciados y subdesarrollo. Viendo la película crece mi admiración hacia Fernando Fernán Gómez que tuvo también que hacer un cine más liviano, encajado en la industria del espectáculo, pero que supo con Un mundo sigue y El extraño viaje situarse en un plano de excelencia pocas veces alcanzado en el cine español de la época. A la misma altura que Bardem o que Berlanga o que el Saura de la inminente La caza, Fernando Fernán Gómez compone en El mundo sigue un fresco de un Madrid provinciano de personajes heridos que se van devastando los unos a los otros, con la doble moral de la época y el concepto de familia puesto en discusión a través del retrato de dos hermanas antagónicas (extraordinarias Lina Canalejas y Gemma Cuervo).
Destacan muchas cosas: la modernidad de la mirada de Fernán Gómez, el imponente blanco y negro, el uso de la analepsis con gran sentido emocional. el equilibrio en la dirección de actores, en el devenir del propio relato, tratándose de una película tan melodramática, adaptación de una novela de Juan Antonio de Zunzunegui, autor hoy bastante olvidado pero nombre de referencia de la novela española de posguerra.
Uno descubre esta obra oculta del gran Fernán Gómez con una emoción sumamente especial. El mundo sigue fue zarandeada por la censura que no pudo permitir la imagen que se daba del país. El filme terminó sufriendo la condenación hasta que se le ha rescatado del olvido en este 2015 en el que campan a sus anchas otra serie de precariedades.
Ya lo afirmó Ramón Freixas en un estudio de Fernán Gómez en la revista Dirigido por (mayo, 1982, nº93): El mundo sigue es una de las mejores películas del cine español que documenta incisivamente la angustia y desazón de una franja social numerosa, víctima de toda suerte de trampas. Yo no lo sabía hasta que he podido verla y disfrutarla con toda su crudeza porque Fernán Gómez firma una obra profundamente amarga, magistralmente interpretada, empezando por él mismo.
El melodrama, el folletín, el esperpento se cruzan en un retrato implacable del ser humano y de sus miserias. Reconozcámonos en los pliegues de esta sátira, de este Madrid que alberga la desolación moral de sus moradores. El mundo sigue es una obra mayor, virulenta e implacable que a veces duele mirar. Es cine, grandioso cine de un genio llamado Fernando Fernán Gómez.